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Mi nombre es Maurici Tadeu. El entorno en el que me crié no me ofrecía las herramientas que necesitaba para formarme sobre cuestiones ambientales, especialmente sobre el calentamiento global. Todo lo que he aprendido ha sido por interés propio; recuerdo que uno de los lemas que me marcaron entonces fue: ideas globales, acciones locales. Solo podía formarme a través de cursos y actividades gratuitas, ya que estaba pasando por un momento en el que contaba con escasos recursos financieros. Gracias a unos amigos, conocí el curso online sobre cambio climático de UN CC:Learn y decidí hacerlo.
La información que me ofrecía el curso me hizo ver que, en realidad, no conocía casi ninguna de las causas del cambio climático. Me di cuenta de que estaba equivocado sobre las variables antropogénicas, en las que claramente se incluían mis acciones diarias. Este curso hizo que me preguntara: ¿cuál es mi papel en todo esto, para contribuir a que haya un planeta más sostenible? Esto me motivó a buscar iniciativas cerca de mi comunidad para encontrar alternativas posibles. Mi visión ha cambiado. Ahora sé que la gravedad del problema del cambio climático afectará a diferentes dimensiones de la vida humana y que necesitamos tomar medidas efectivas y urgentes, a riesgo de que la temperatura del planeta aumente a niveles que desencadenarán catástrofes continuadas.
Hemos creado una pequeña escuela, llamada “Lighthouse School”. Esta escuela es un colectivo; una agrupación de personas de la comunidad que se unen para reflexionar sobre los problemas medioambientales más urgentes. Creímos que la palabra “faro” (lighthouse) reflejaba bien lo que nos proponíamos: seguir el camino educativo, marcado por una “luz que nos guía” y nos ayuda a cambiar nuestra visión del mundo, a partir de los elementos básicos recogidos del curso de UN CC:Learn. Aprovechamos un viejo cobertizo y lo convertimos en una pequeña escuela. Descargamos en PDF y PowerPoint los contenidos del curso, a través de una vieja computadora, y nos reunimos cada lunes. Dividimos el material para hacerlo más sencillo y releímos algunas de las lecturas para facilitar así su comprensión, exponiendo las bases teóricas y científicas y tratando de contextualizarlas con ejemplos que se ajustaran a nuestra realidad. Así, el grado de aprehensión aumentó significativamente y las personas pudieron relacionar el calentamiento global con sus prácticas diarias. En estas clases, estamos confirmando nuestras observaciones y fomentando iniciativas comunitarias a través de actividades. Estas actividades se suman a otras estrategias de reducción de riesgos de catástrofes, centradas en el desarrollo de acciones de bajas emisiones de carbono.
Esperamos poder colaborar pronto con escuelas oficiales locales para integrar los contenidos del cambio climático en el plan de estudio. Así como para desarrollar, en colaboración, materiales que aseguren un aprendizaje de calidad, formación para los profesores y cuidado de las estructuras educativas de nuestra región de cara a futuros impactos ambientales. Esperamos hacer justicia a este llamamiento mundial para lograr un planeta mejor, a través de simples acciones que dependen más del deseo de la población que del apoyo económico. Estamos seguros de que podemos “ser un faro”, que guía acciones de adaptación y superación, con acciones preventivas basadas en la evidencia mediante una actitud pedagógica sencilla y de bajo coste.
En el momento de la publicación de esta história, Maurici fue nombrado nuevo Secretario de Educación de su municipio y quiere integrar el aprendizaje sobre el cambio climático en los planes de estudio de las escuelas, encontrar socios para desarrollar materiales didácticos y ofrecer formación a los profesores.
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