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Hannah Townley siempre ha tenido una mezcla única de pasiones y conocimientos, integrando a la perfección su experiencia como investigadora académica de la seguridad feminista y organizadora de la justicia medioambiental. Hoy, en la NASA como contratista, apoya la misión de la Oficina de Datos Terrestres de maximizar el uso y los beneficios de los datos científicos terrestres de la NASA tanto para la ciencia como para la sociedad. Su trayectoria, sin embargo, revela una historia de intereses entrecruzados y una dedicación inquebrantable al desarrollo sostenible y la igualdad de género. La historia climática de Hannah comienza en la Florida rural, donde su amor por la naturaleza y la agricultura familiar le inculcaron una profunda conexión con la naturaleza. En la universidad, se convirtió en una ferviente defensora de los derechos de los inmigrantes, organizando e investigando los derechos de los trabajadores agrícolas.

Esta experiencia me hizo tomar conciencia del vínculo esencial entre la acción climática y la justicia medioambiental, subrayando la necesidad de una investigación interseccional que combine la ciencia con la experiencia comunitaria para crear modelos globales de sostenibilidad.

Profundizando en sus estudios de seguridad feminista, Hannah disfrutaba con su trabajo pero aún no había explorado a fondo el solapamiento entre el género y la acción climática para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su tiempo en la NASA como contratista y coordinadora de proyectos para los Sistemas de Datos de Ciencias de la Tierra parecía una puerta de entrada a la seguridad climática, lo que dejó temporalmente en un segundo plano su trabajo centrado en el género. Eso cambió cuando descubrió la plataforma UN CC:Learn y sus cursos sobre la integración de la perspectiva de género en la acción climática.

Estos cursos me han transformado, ayudándome a articular la importancia de una perspectiva de género en mi trabajo, particularmente en la identificación de las desigualdades de datos.

El equipo del Sistema de Datos de Ciencias de la Tierra de la NASA visita el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA como parte de su trabajo de transformación de los datos de la Tierra de las colecciones de satélites a las percepciones procesables utilizadas por las comunidades. (Hannah es la segunda por la derecha)

El equipo del Sistema de Datos de Ciencias de la Tierra de la NASA visita el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA como parte de su trabajo de transformación de los datos de la Tierra de las colecciones de satélites a las percepciones procesables utilizadas por las comunidades. (Hannah es la segunda por la derecha)

Trabajando con datos medioambientales, Hannah reconoció la necesidad de comprender no sólo los impactos de las ciencias de la tierra, sino también sus consecuencias socioeconómicas. Al adoptar un enfoque feminista de los datos, pudo comprender mejor cómo las crisis, como las provocadas por el cambio climático, afectan de forma diferente a hombres y mujeres y cómo crear soluciones sensibles al género. Este enfoque se ha vuelto esencial en su papel en la NASA y en su trabajo voluntario con la Fundación Surfrider, donde ha continuado su activismo a favor de la justicia climática y medioambiental. Este otoño, Hannah inició un máster en Políticas Públicas, especializado en política de seguridad humana. Su objetivo es centrar los debates en los derechos humanos en un campo que a menudo se centra en la «gran estrategia», proponiendo soluciones políticas que cumplan los objetivos de desarrollo sostenible.

Como parte de su investigación, revisará y desarrollará su tesis de licenciatura sobre cómo la violencia contra las mujeres ha contribuido al declive de la democracia en México. Ahora está estudiando cómo las crisis climáticas exacerban la violencia de género y el retroceso democrático, centrándose en la política de mitigación del cambio climático como multiplicador del desarrollo sostenible en múltiples sectores. A través de su trabajo académico y de la continua organización comunitaria, Hannah Townley aspira a convertirse en una fuerza del bien en el sector de las políticas de desarrollo sostenible.

Creo que para abordar la crisis climática con eficacia, nuestro enfoque debe ser verdaderamente interdisciplinar.

Su viaje de la Florida rural a la NASA, y ahora a la escuela de posgrado, demuestra su compromiso con la integración de las perspectivas de género y climática para abordar los retos globales. Su trabajo ilustra el poder de la investigación interseccional y la defensa para crear un futuro resiliente, equitativo y sostenible para todos.

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*Las opiniones expresadas en este reportaje son exclusivamente las del autor y no reflejan necesariamente las políticas o posiciones oficiales de las Naciones Unidas, NASA o de cualquiera de sus organizaciones afiliadas.