Si bien desde hace algún tiempo está claro que la educación sobre el cambio climático es una de las necesidades insatisfechas más fundamentales de los países que soportan el peso de la crisis, ha resultado difícil desbloquear los recursos necesarios para satisfacer esa necesidad a escala. Durante varios años, el programa UN CC:Learn (apoyado por Suiza) ha estado trabajando en África Occidental para comprender mejor la brecha y construir un enfoque regional para reforzar la alfabetización climática a todos los niveles (formal, no formal e informal).
El 4 de diciembre de 2023 en la COP28 los primeros cuatro Ministros de Medio Ambiente de África Occidental se reunieron al margen de las negociaciones, bajo los auspicios del Ministerio de Educación de los Emiratos Árabes Unidos, y firmaron una Declaración Regional sobre la Educación relativa al Cambio Climático. La fuerza de esa reunión y esas primeras firmas iniciales, entre ellas las de Burkina Faso, Cote d’Ivoire, el Senegal y Togo, seguidas de la de Guinea el 6 de diciembre, han revitalizado un proceso en el que los trece Estados miembros del Comité Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS) firmarán la declaración en los próximos meses.
Además, se espera que otras naciones de África Occidental también presten su apoyo, junto con importantes instituciones regionales. La Declaración establece que sus firmantes «redoblarán sus esfuerzos para aumentar significativamente el nivel de financiación de la educación en el ámbito del cambio climático en África Occidental, movilizando recursos presupuestarios nacionales y basándose en múltiples fuentes (internacionales públicas y privadas)».
Al mismo tiempo, la Declaración allanará el camino para que se celebren importantes debates con los socios para el desarrollo, con el fin de aportar el apoyo que la región necesita para adquirir conocimientos sobre el cambio climático a gran escala. Como se ha expuesto recientemente en un artículo del PNUD-UNITAR sobre educación climática:
“Las pequeñas inversiones en la planificación para la educación climática pueden generar una financiación mucho mayor. Por ejemplo, la República Dominicana fue uno de los primeros países que recibió una subvención de UN CC:Learn en 2012, que usó encauzando millones de USD de las arcas públicas para capacitar a las maestras de la educación primaria de todo el país. Recientemente, Zambia ha podido destinar una importante subvención de IKI (17 millones de euros) a la educación climática sobre la base de una subvención de UN CC:Learn de 100.000 de USD otorgada en 2018”. – UNITAR y PNUD